¿Cuántas variedades de té conoces? Está el té negro; el rojo, para adelgazar; el verde, es antioxidante… pero ¿has escuchado hablar del té blanco?
Esta variedad se debe a que los huertos son sembrados a la sombra de las montañas, evitando la generación de clorofila. Su principal virtud es que posee mayor cantidad de antioxidantes que cualquier otro té, por lo que combate el envejecimiento de la piel, además de aumentar la concentración y favorecer la eliminación de grasas. Por esto, durante siglos fue el té reservado al emperador y sus visitas.
También existe el té amarillo: una vez recolectadas las hojas, se dejan fermentar y adquieren aquel color. El aporte que el té amarillo realiza al cuerpo consiste en ácido fólico y las vitaminas B, B1, B2 y C, junto con retardar el envejecimiento celular y prevenir los problemas a la visión. No obstante, el té amarillo mancha los dientes por ello se recomienda lavarlos cada vez que se ingiere.