Tener y hacerse de amigos no es igual para todos los niños. Mientras algunos se relacionan con sus pares de manera natural, hay otros menores que son tímidos, no entienden mucho sobre cómo relacionarse, o bien no manejan suficiente lenguaje.
Si tu hijo no sabe jugar con otros niños, no intervengas ni lo ayudes. Debes darle espacio para que busque la solución por sí solo, y encuentre con quién jugar.
Los expertos dicen que a largo plazo, las salidas a la plaza y a los juegos infantiles, aceptar las invitaciones a cumpleaños e ir al jardín o al colegio surgen como espacios donde los hijos pueden conocer amigos y ensayar sus primeras interacciones sociales.