Una preocupante realidad se perfila hoy entre los conductores chilenos: se trata del “Síndrome de la ira al volante”, una muestra de la agresividad que mueve a muchos de quienes conducen sus vehículos.
De acuerdo con cifras de Conaset, este tipo de actitud produjo en 2010 la muerte de 315 personas y 26.658 accidentes de tránsito.
El Síndrome de ira al volante tiene diferentes grados: se parte con los gritos, señas, insultos, y puede terminar con quien maneja bajándose del auto para increpar al otro conductor. Para combatirlo, los sicólogos aconsejan salir con tiempo, ser pacientes al volante y recordar que se está en un espacio público