Son aquellos que en forma natural o procesada, contienen componentes que ejercen efectos beneficiosos para la salud que van más allá de la nutrición.
Por ejemplo, los tomates contienen licopeno, que reducen el riesgo de cáncer a la próstata e infarto al miocardio, y el té, posee polifenoles y catequizas que reducen el riesgo de enfermedades coronarias y algunos tipos de cáncer.
Otro alimento funcional es el jurel, que por su alto contenido de ácidos grasos omega 3, previene las enfermedades cardiovasculares.