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Hay muchos reyes de la música latina. Luis Miguel, Charly García, Ricardo Arjona…
Pero siendo justos, pocos de ellos han alcanzado el nivel de fama, influencia y respecto que el del brasileño Roberto Carlos.
Con una carrera de medio siglo en sus espaldas, y que comenzó como adolescente que trataba de imitar a Elvis, Roberto Carlos Braga comenzó a dar muestras de su ambición a principios de los 70, cuando sus baladas comenzaron a ser exportadas al italiano y al español.
Eran los años de “Amada amante», «Jesus Cristo», «Amigo» y muchas otras melodías que hoy se han convertido en verdaderos clásicos de la música popular.
A mediados de los años ochenta, expandió su mercado a Estados Unidos y se convirtió en el primer brasileño en ganar un premio Grammy, sin embargo todo ese movimiento fue amortiguado por la muerte de su esposa, María Rita.
De los 90 en adelante, Roberto Carlos ha disminuido su ritmo de trabajo aunque no de actuaciones: en 2011 lo tuvimos presente en el Festival de Viña, desplegando al completo su inmenso repertorio de canciones.