La obesidad es considerada por los expertos como la epidemia de nuestro tiempo.
Para mitigarla, el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, decidió prohibir la venta de bebidas azucaradas de gran tamaño en puestos callejeros, cines y restaurantes de la Gran Manzana.
La medida podría entrar en vigor en 2013 e incluiría desde las bebidas energéticas a las tipo soda o los tés fríos azucarados.
Quedan excluidas de la restricción las bebidas que tienen menos de 25 calorías, como las aguas vitaminadas o el té sin azúcar.
Sin duda, una iniciativa que observaremos de cerca.
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