Hay un dicho que asegura que tener buenos amigos es más valioso que tener dinero, y es casi una realidad científica porque un estudio publicado por el Journal of Happiness Studies y realizado por la Universidad de Otago, en Nueva Zelandia, concluyó que el desarrollo de la vida social y de lazos de amistad en la infancia, es fundamental para llegar a convertirse en un adulto sano y feliz.
En la investigación analizaron la conducta y salud de 800 neozelandeses nacidos entre 1972 y 1973 para monitorear las distintas etapas de su vida y medir su nivel de bienestar a los 32 años.
La conclusión fue que quienes se sentían más a gusto con su vida, no eran los que habían acumulado más éxito académico, si no que los que contaban con mayores redes de amistades –la mayoría de ellas surgidas en la niñez…