Una vida sexual plena no sólo nos permite ser más felices: también impacta directamente en nuestro estado de salud.
Así lo comprobó un estudio de la Universidad de Rutgers en Nueva Jersey, que revisó imágenes de resonancia magnética del cerebro de una mujer mientras tenía un orgasmo, pudiendo determinar que con él se activan más de 80 regiones cerebrales, lo que impacta en forma positiva a todo el organismo.
Los expertos explicaron que la salud mental y emocional están muy vinculadas a la satisfacción sexual que proporciona el orgasmo, ya que la actividad cerebral despega en la parte del cerebro vinculada a los genitales pero pronto se propaga por todo el sistema límbico, que está relacionado a las emociones y la personalidad.