Atención a los trabajólicos que dejan el descanso relegado sólo al fin de semana.
Un nuevo estudio realizado por el hospital Brigham and Women’s de Boston han descubierto que la pérdida crónica de sueño es muy difícil de curar.
Varios científicos estudiaron los efectos de la pérdida de sueño a largo y corto plazo y descubrieron que quienes no duermen lo suficiente de forma crónica funcionan normalmente al levantarse, pero experimentan reacciones más lentas a medida que avanza el día, incluso si durmieron más la noche anterior.
La investigación tiene fuertes implicancias en una sociedad como la nuestra, cada vez más ajetreada, y está lejos de mejorar porque no son muchas las personas que dedican las 8 horas necesarias para descansar.
Por ejemplo en Estados Unidos se ha contabilizado que uno de cada seis habitantes duerme en promedio seis horas o menos