Estudios recientes hechos en Alemania han revelado que el estrés es un importante factor en el desarrollo o agravamiento de muchas enfermedades cutáneas inflamatorias.
Esto porque los altos niveles de tensión activan el sistema inmunológico, liberando células que atacan directamente a la dermis.
El tratamiento, por tanto, deberá apuntar primero, a disminuir los niveles de estrés; y luego, a regular las defensas, detectando a las células que están dañando la piel…