Algunos de los consejos para conseguir y mantener el mejor aspecto son: Preparar la piel antes con una sesión de exfoliación justo después de la ducha.
Luego, aplicar el producto de manera uniforme, sin olvidar ninguna parte del cuerpo, como pliegues de codos y rodillas.
Ah! cuando termines la sesión, no olvides lavar tus manos para así evitar un efecto tan poco natural como las palmas bronceadas.