¿Cuántos artistas pueden decir que tienen su propio día internacional en el calendario y una estatua de bronce en las calles de su país natal? Muy pocos…
La cantante madrileña, Rocío Dúrcal, bautizada como “La reina de las rancheras”, es la solista española con más discos vendidos en el mundo, un total de 80 millones. Hija mayor de una familia de 6 hermanos, y cuyo nombre real es María de los Ángeles de las Heras Ortiz, Rocío comenzó su carrera artística participando en diversos festivales y concursos, apoyada en secreto por su más fiel admirador: su abuelo.
A los 15 años, con la aprobación de sus padres, participa en un programa de televisión español, cantando “La sombra vendo”. Para su fortuna, un reconocido cazatalentos llamado Luis Sanz mira su presentación y se empecina en representarla. Lo consigue, aunque los padres de Rocío no estaban muy convencidos del talento de la chica. Sanz, la pone en contacto con los artistas más famosos de su época, entre ellos, Rocío Jurado y Raphael.
Pero quien realmente la convertiría en una estrella es el cantante y compositor mexicano Juan Gabriel, quien descubre en Durcal a la mejor intérprete de sus canciones. La fructífera dupla graba un total de 10 discos, mientras sus seguidores en México bautizan a Rocío Durcal como “la española más mexicana” y “la reina de las rancheras”.
El año 2001, se le detecta a la cantante un cáncer de útero, el que posteriormente avanzaría a sus pulmones y más tarde a su cerebro. El último deseo de Rocío fue volver a México.
Tras una intensa lucha, Dúrcal moriría en marzo del 2006, en su casa de Madrid, acompañada por su familia. Tenía 61 años. La cantante, que ha servido de inspiración a diversas artistas, dejó su legado más evidente en Shaila Dúrcal, su hija, quien además de un parecido físico extraordinario con su madre, es una excelente intérprete de rancheras