Porque la revista Journal of Personality and Social Psychology publicó un estudio que asegura que las personas a las que les gustan más los sabores dulces, suelen ser más amables y predispuestas a ofrecer ayuda en forma desinteresada, pero que a ello, resultan más introvertidas que el resto de la población.
Eso sí, esta característica se asocia sólo a los dulces, porque no habría correspondencia entre la personalidad y el gusto por cualquier otro sabor…