Se trata de unos cuadrados delgados y casi transparentes hechos con harina de arroz y agua que se pueden usar fríos o calientes.
Una opción es pasarlos por agua hervida y luego rellenarlos con verduras salteadas, queso crema, arroz y salsas.
La otra opción es freírlos, porque quedan muy crujientes y sirven para hacer rollitos que lleven salmón, camarones y otras ricas sorpresas…