El arma secreta de Matia Bazar siempre fue su voz femenina, y lo curioso es que en 38 años ésta ha cambiado en muchas oportunidades; sin embargo la banda italiana ha seguido adelante como si nada.
La primera vocalista -y para muchos irremplazable- fue Antonella Ruggiero.
Era ella a quien apodaban Matia -que significa loca, en dialecto de Génova- y quien se hizo cargo de los grandes clásicos del quinteto hasta que lo abandonó en 1989.
En los noventa la sucedió Laura Valente y en la última década fue el turno de Silvia Mezzanotte, pero ninguna se atrevió a cambiar el melodioso timbre que Antonella había dado a canciones como “Solo tú” y “Mister Mandarino”