El sedentarismo no sólo trae problemas de salud, sino que también estéticos.
Así lo demostró un estudio realizado por científicos de la Universidad de Tel Aviv, que reveló a que quienes pasan demasiadas horas al día sentados se les agranda el trasero.
Tal como lo escuchas: la falta de ejercicio hace que se achiquen los músculos de los glúteos, dejando espacio para que proliferen células de grasa con la consecuente pérdida de tonicidad.
Por eso los expertos aconsejan que para evitar el popularmente conocido como síndrome del «desk derriere» –o “derriere de escritorio” hay que bajar el consumo de azúcares, tomar mucha agua, comer grasas Omega 3 especialmente presentes en pescados, y por último, pararse de la silla al menos una vez cada hora…