A los 15 años decidió que sería estrella del pop, motivado por las canciones del folclore griego que escuchaba su padre.
Steven Demetre Georgiou fue bautizado artísticamente como “el gato”, Cat Stevens, por una novia que aseguraba que el artista tenía ojos de felino.
Desde 1960 Stevens logra su sueño adolescente vendiendo millones de discos gracias a canciones tan emblemáticas como “Father and son”, “Wild world” y “Peace train”.
Sin embargo, en 1969 sufre una crisis espiritual como consecuencia de una tuberculosis que lo tuvo hospitalizado durante un largo año.
En 1976, el cambiado Cat Stevens da su último concierto en Estados Unidos y tres años después, ofrece su concierto de despedida en Londres.
Stevens se dedica a su familia, estudia filosofía oriental, se vuelve vegetariano y se bautiza como musulmán, tomando el nombre de Yusuf Islam.
En 2004, el gobierno de Estados Unidos lo deporta por figurar en una lista de posibles terroristas, acusado de hacer donaciones a organizaciones solidarias ligadas a células extremistas.
Pero Cat, se lo toma con humor, bromeando con esta anécdota cuando en 2009 vuelve a actuar en Estados Unidos, luego de 33 años de ausencia.
Esta vez, claro, lo hizo bajo el nombre de Yusuf Islam.
El cantante, nombrado por el Príncipe Carlos de Inglaterra como Embajador de Caridad, está siendo homenajeado en Melbourne, Australia, luego que el 31 de mayo se estrenara “Moonshadow”, un musical basado en las canciones de este extraordinario artista.
El año pasado se presentó, por primera vez, en nuestro país en un exitoso show realizado en el Movistar Arena.