Hay partes del cuerpo que solemos olvidar, pero que también requieren cuidados.
Nos referimos a los talones, las rodillas y los codos.
Son zonas que tienden a resecarse, e incluso agrietarse, si no le damos la atención necesaria.
Para evitar problemas, puedes seguir sencillos pasos: durante el baño, usa una esponja y raspa suavemente para eliminar las células muertas.
Humecta todos los días tus codos, talones y rodillas con una buena crema.
Si estás en la playa, aprovecha de caminar por la arena, para limar las asperezas de los talones.
Si ya tienes callosidades, date un baño de tina y usa una piedra pómez con mucha suavidad. Esto ayudará a afinar y suavizar la piel.