¿Sabías que buena parte del estrés se origina en malos pensamientos? Así es, porque lo que piensas sobre tu entorno queda grabado en el cerebro, dentro del inconciente, y se transforma en una especie de programa que guía tu forma de ser. Entonces, si tienes pensamientos negativos, tu cerebro asimilará esa negatividad, y reaccionarás con estrés. Si quieres desprogramar la negatividad, puedes comenzar a esforzarte por tener pensamientos positivos. Por ejemplo, agradecer cada día por todo lo bueno que hay a tu alrededor… ser amable con todos, incluso con los que te caen mal, recordando que un día te devolverán la buena onda… estos tips forman parte de la programación neurolingüística, un sistema que ayuda a la psiquis a estar bien.