Si tienes la sensación de tener arena dentro de los ojos, sin haber estado en la playa, es probable que sufras del síndrome de ojos secos. Este problema se acentúa durante el verano, con el uso de aire acondicionado o por la misma sequedad del aire. Los ojos enrojecen, arden, y a veces hay visión borrosa o sensibilidad a la luz. Esto sucede por la falta de una buena capa de humedad sobre la córnea. Por lo mismo, la solución es sencilla usar lágrimas artificiales. Son gotitas que se venden sin receta, y humectan los ojos cuando es necesario. También sirve parpadear más seguido, para estimular la producción de lágrimas, y usar un humidificador de aire… Y si el problema persiste, por supuesto que hay que consultar un médico.