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No es lo mismo beber café de variedad arábica que uno robusta. Son dos tipos de grano totalmente distintos, tanto en su origen como en su sabor. El Arábica es el más común, y proviene de Kenia y Etiopía, aunque se da muy bien en Colombia. De este grano resulta un café con aroma afrutado, cierto grado de acidez y cuerpo medio. Otra variedad que puedes encontrar se llama Robusta, que viene del Congo, y se cultiva en Brasil. El café robusta es más amargo y fuerte, y contiene más cafeína. Eso sí, para lograr una bebida perfecta también hay que considerar el tueste, la molienda –que debe realizarse justo antes de la preparación-, la pureza del agua, y la temperatura, que no debe superar los noventa grados.