Un estudio publicado en la revista JAMA concluyó que las personas que van al sauna viven más años…y no sólo eso, también tienen menos posibilidades de sufrir infarto. Los investigadores siguieron a más de 2 mil 300 personas entre 42 y 60 años y el resultado fue que quienes iban al sauna entre dos y tres veces a la semana, tenían 22 por ciento menos probabilidad de infarto.