No es una buena idea ver televisión mientras haces ejercicios en el gimnasio, esto, por varias razones, como por ejemplo que los estímulos visuales distraen la atención, y esto lleva a realizar los movimientos en forma incorrecta, o bien, a no hacer el esfuerzo que se necesita para obtener los beneficios que se esperan. Además, mirar la TV también obliga a tener una postura diferente a la que se requiere en la mayoría de los ejercicios, y esto trae el riesgo de lesiones, lo que incluso ha llevado a que algunas personas que se hayan caído de máquinas trotadoras por estar pendientes de las pantallas, en lugar de concentrarse en lo que están haciendo.