Una excelente forma de descansar es caminar descalzos sobre superficies naturales, como arena o pasto, ya que este ejercicio permite que las estructuras óseas se reorganicen, y alivien la presión producida por el calzado. También favorece la correcta circulación de la sangre por las extremidades. Las superficies naturales obligan a mantener el equilibrio, y esto fortalece los músculos y las articulaciones. Y si es sobre arena, tendrás una excelente exfoliación en la piel mientras caminas. De paso, caminar descalzo ayuda a relajarse y aliviar el estrés.