Hay formas de dar sabor a la comida sin tener que recurrir a la sal. Son estrategias que pueden adoptar quienes sufren hipertensión, y no pueden consumir este condimento… Por ejemplo, el potente aroma del romero ayuda a preparar platos deliciosos, lo mismo que el orégano. Estas especias estimulan las papilas gustativas, lo que ayuda a no echar de menos la sal.