Un curioso estudio, hecho en Estados Unidos, indica que los adultos divorciados tienen más riesgo de sufrir un ataque al corazón, que aquellos que permanecen casados. Después de seguir a más de 15 mil personas, entre 1992 y 2010, se observó que las mujeres divorciadas tenían un riesgo de ataque 24 por ciento mayor que las casadas. Y si se habían divorciado más de una vez, esta cifra subía a 77 por ciento. En los hombres, los divorciados aumentaban su riesgo cardiaco en 10 por ciento. La cifra llegaba a 30 si llevaban varias separaciones a cuestas. El estrés que causa la distancia de un ser querido, podría ser la explicación.