Si después de la cena comes un rico postre con chocolate, es probable que no puedas dormir bien en la noche. Y es que el cacao es un poderoso energizante, de hecho, en 90 gramos de chocolate amargo, puedes encontrar tanta cafeína como en una taza de café. Por eso, expertos de la Asociación Americana de Diabetes recomiendan no comer chocolate por lo menos cuatro horas antes de ir a dormir. Una dulce tentación que disfrutarás mejor durante las mañanas.