Una nueva tendencia en alimentación es la “dieta paleolítica”, que incentiva a comer como lo hacían nuestros antepasados en los tiempos de las cavernas. Dentro de esta línea está el caldo de huesos, especialmente si son de vacuno, ya que se ha descubierto que aporta nutrientes esenciales para la piel, el cabello, y el sistema óseo. Y es que además de entregar calcio, magnesio, fósforo y potasio, la sopa de huesos contiene los aminoácidos necesarios para la producción de colágeno. Con este ingrediente, se mantiene la piel suave y los huesos fuertes.