Un dato dulce. Sí porque la miel no sólo sirve para comerla, también puede evitar futuras cicatrices, sobre todo en los menores. La forma es muy fácil: se debe aplicar cuando se cae la costra y listo.
La miel mantiene a raya las infecciones y genera un ambiente donde las bacterias no pueden reproducirse. Eso sí, también es importante aplicar filtro solar aunque una esté en invierno. El fin es evitar que la piel nueva cambie su color. Fácil y bonito.