Cuando una persona está enamorada, todo lo que hace el otro parece perfecto. Por eso muchas mujeres sienten la piel del ser amado mucho más suave de lo que realmente es. Esto lo concluyó una serie de estudios hechos por científicos del University College en Londres.
Los investigadores detectaron que los participantes en la muestra estaban convencidos de que la piel de su pareja era mucho más suave que la propia.
Pero no siempre pasa eso. Según los expertos el cerebro crea esta ilusión como una forma de construir lazos sociales y motivar el contacto con el otro. Por esta razón la sensación de suavidad genera placer y activa los mecanismos de recompensa del cerebro.