Ya conocemos los efectos del botox en las arrugas. Sin embargo, la tendencia ahora es inyectarlo en el estómago, para perder peso.
Un grupo de investigadores noruegos aplicaron toxina butolínica a 20 pacientes obesos, específicamente en un nervio que controla el hambre.
El tratamiento constó de dos inyecciones en un año y luego de transcurrido ese tiempo, un 70% de los pacientes perdió el 17% de su exceso de peso corporal.
Aunque los pacientes perdieron peso, no hay mayor evidencia de que se deba específicamente a las inyecciones.
Además de ser un tratamiento caro, los efectos del botox son pasajeros, y eso implicaría que las personas se tuvieran que inyectar cada año para prolongarlo. ¿Te inyectarías botox para bajar de peso? Cuéntanos.