Este miércoles La reina Isabel II, de 90 años, y su marido, el duque de Edimburgo de 95, tenían previsto dirigirse en tren desde Londres hasta la estación de King’s Lynn, en Norfolk, donde está la residencia de Sandrigham para iniciar sus vacaciones de Navidad.
Pero la pareja tuvo que cancelar su viaje ya que ambos padecen un fuerte resfriado, y permanecerán en el palacio de Buckingham.
Según indicó un portavoz de palacio «La Reina y el Duque de Edimburgo tienen resfriados fuertes, y por lo tanto han decidido no viajar a Sandringham en la actualidad.»