Un artA�culo de The New York Times revelA? que la empresa ocupa diversas tA�cnicas psicolA?gicas para influir en el comportamiento de sus conductores.
Un nuevo concepto estA? abriA�ndose camino en el mundo del trabajo. Es la llamada «economA�a gig», la que se basa en trabajos esporA?dicos que requieren pocas horas y que se centran en la comunicaciA?n a travA�s de Internet.
Una de las empresas mA?s conocidas que basa su modelo de negocio en este tipo de economA�a es Uber, la cual a travA�s de una aplicaciA?n entrega a sus clientes una red de transporte privado. Sin embargo, la popular aplicaciA?n no ha estado libre de crA�ticas y polA�micas.
Recientemente se supo que la compaA�A�a escondiA? durante dos aA�os un oscuro secreto que involucra directamente a sus usuarios. Los ingenieros de la aplicaciA?n de transporte descubrieron la forma de espiar los hA?bitos de los usuarios de iPhone, incluso si estos habA�an eliminado la herramienta de sus telA�fonos.
Pero eso no es todo. Debido a que sus conductores son oficialmente independientes, Uber no puede obligarlos a que trabajen una determinada cantidad de horas ni tampoco que estA�n en un lugar determinado. Pero la empresa encontrA? una forma perversa de lograr que sA� trabajen mA?s horas.
SegA?n indica un artA�culo de The New York Times, la empresa ha experimentado con incentivos psicolA?gicos y tA�cnicas de videojuegos y recompensas no moentarias.
Para «obligar» a los conductores a que trabajen mA?s horas, Uber ha ocupado las metas que algunos de sus conductores se han puesto para obtener una cierta cantidad de ganancias. Por esto, cada vez que intentan cerrar la aplicaciA?n, les envA�a una alerta para hacerles saber que estA?n cerca de alcanzar un objetivo.
«Les mostramos a los conductores A?reas de alta demanda o los incentivamos para que conduzcan mA?s», dijo Michael Amodeo, portavoz de Uber. En todo caso se defiende asegurando que «cualquier conductor puede dejar de trabajar literalmente con tan solo tocar un botA?n. La decisiA?n de conducir o no hacerlo es suya al cien por ciento».
Aunque lo dicho por Amodeo es cierto, no hay que olvidar la desprotecciA?n en que se encuentran los conductores de Uber, quienes muchos dejaron sus antiguos trabajos para independizarse, a cambio de libertad horaria y no tener un jefe. Sin embargo, esto lleva a que la persona estA� constantemente pensando en que cada minuto que no trabaja, es dinero que no gana.
«Estamos hablando de este tipo de manipulaciA?n que, literalmente, afecta los ingresos de las personasa�?, dice Ryan Calo, un profesor de Derecho de la Universidad de Washington, quien ha estudiado la forma en que las empresas utilizan datos y algoritmos para explotar debilidades psicolA?gicas.
SegA?n Calo, Uber estA? intentando modificar el comportamiento de sus conductores para su propio beneficio. «EstA?n utilizando lo que saben acerca de los conductores, su control sobre la interfaz y los tA�rminos de la transacciA?n para canalizar el comportamiento del conductor en la direcciA?n que ellos quieren».
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