La princesa Mako ha hecho noticia estos días ya que se casará con Kei Komuro, un compañero de universidad, pero este paso marcará su salida de la casa imperial del país asiático.
La joven de 25 años es la hija mayor del príncipe Akishino, segundo hijo del emperador y segundo en la línea sucesoria al trono del Crisantemo tras el príncipe heredero Naruhito.
Este enlace mermará aún más a la familia imperial de Japón, que ya es una institución avejentada, cada vez más escasa, abocada a una amplia brecha generacional y que actualmente está compuesta por 19 miembros, de los cuales sólo cuatro son varones, los únicos que pueden acceder al trono: el emperador Akihito (83), el príncipe Naruhito (57), el príncipe Akishino (51) y el príncipe Hisahito (10), hermano menor de la princesa Mako.
Cabe destacar, que la normativa existente desde 1947 eliminó las llamadas ramas colaterales de la institución, de manera que las mujeres que nacen en su seno pierden su estatus de realeza al contraer matrimonio, algo que ha reducido sustancialmente el número de sus integrantes.