Aseguran que si lo pruebas durante 7 días seguidos, experimentarás cambios en tu salud. ¡Descúbrelo!
Las propiedades del ajo hacen que sea uno de los principales ingredientes en nuestras comidas, pero además de realzar el sabor de nuestros platos, este alimento es considerado un eficaz remedio para aliviar diferentes afecciones en nuestros cuerpos.
Seguro desconocías que la popular especie es útil para prevenir o controlar la aterosclerosis, infartos de miocardio, enfermedad coronaria, los niveles de colesterol y de presión arterial. Por si fuera poco, también tiene el poder de controlar los síntomas de la diabetes, problemas a la próstata y la osteoartritis. ¡Increíble todas sus bondades!
Por su parte la miel es más común que sea usada con fines medicinales en nuestra culturas, ya que posee propiedades antioxidantes, enzimas y minerales como hierro, zinc, potasio, calcio, fósforo, magnesio y selenio. También está cargada de Vitamina B6, tiamina, riboflavina y niacina y además ayuda a mantener un peso saludable ya que puede usarse para reemplazar el azúcar.
La combinación del ajo con la miel, forma un excelente antídoto natural para combatir diferentes enfermedades comunes, disminuir dolencias e incluso desintoxicar nuestro cuerpo. Según un articulo publicado por La Bioguía.
A continuación te contamos cómo preparar este eficaz remedio casero:
1. Toma varios dientes de ajo, pero no los peles por completo (solo quítales la primera capa, la más fácil de sacar que es la que mantiene a todos los dientes unidos junto al cabo). Recomiendan usar los ajos crudos con el fin de conservar sus propiedades nutricionales.
2. Colócalos dentro de un jarro de vidrio vacío limpio.
3. Vierte la miel pura sobre el jarro lleno con dientes de ajo. Utiliza una cuchara para eliminar las burbujas.
4. Déjalo en el refrigerador o en en lugar seco a temperatura ambiente durante unos días antes de consumirlo.
Como si se tratara de una receta de la abuela, se recomienda ingerir esta mezcla diariamente en ayunas para prevenir las enfermedades.
Lo mejor que puedes hacer es enfrascar esta mezcla y guardarla durante bastante tiempo para tenerla siempre que te haga falta. Si el recipiente se cierra correctamente y se mantiene bien refrigerado, puedes conservar esta mezcla hasta por dos años.
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