Las millonarias defraudaciones le permitieron llevar una vida de lujos y codearse con los «ricos y famosos» de nuestro país.
A principios de 2017 Carolina Leiva (34) comenzó a estar en la mira de la policía. Sus fotos aparecieron en las páginas de la PDI y Carabineros con el seudónimo de «Scarlett Johansson», tras una serie de denuncias por estafa, y por las que un año después enfrentó nueve cargos por un total de 3 mil millones de pesos.
La mujer realizó todas estas defraudaciones para llevar una vida de lujos, que ademas le permitió codearse con los «ricos y famosos» de nuestro país. Aprovechando su buena apariencia, su supuesto título de médico y la venta de propiedades que nunca tuvo, compró joyas y automóviles con cheques de cuentas ya cerradas a su nombre o el de su marido, quien también fue investigado en esta causa.
De acuerdo a la investigación que llevó a cabo el Ministerio Público, Leiva estafó a clínicas estéticas, joyerías, tiendas, familiares, particulares, bancos y hasta taxistas.
En marzo del año pasado la PDI capturó a la estafadora y después de un año recluida en la cárcel de San Miguel, fue condenada el viernes pasado a 5 años de presidio en juicio abreviado, pena que cumplirá en libertad vigilada intensiva a cargo de un delegado del Centro De Reinserción Social, CRS, de Gendarmería, publica La Cuarta.
La medida judicial la obligará a firmar periódicamente, acreditar domicilio, un trabajo o estudios. Se trata de una pena más alta que las aplicadas en general por delitos económicos, por lo que podría haber una apelación de parte de la defensa.
Según el fiscal Felipe Sepúlveda, jefe de la Fiscalía de Alta Complejidad Oriente, la protagonista de la millonaria estafa ya usó la mayor parte del dinero y ya hay poco que recuperar, «ella vivía una vida con bastante ostentación y lujo razón por la cual gastaba mucho», explicó.
Sepúlveda agregó que Carolina conducía costosos vehículos y vivía en Vitacura, uno de las comunas más caras para vivir en nuestro país. Y especificó que una de sus debilidades eran las joyas, las cirugías y asistir a eventos de personas famosas, de las que trataba de hacerse amiga, asegurando que era una socialité.