El sacerdote señala que es un gesto necesario para la Iglesia.
El jesuita Felipe Berríos señaló que tras la reunión que finalmente, tendrá el próximo lunes el Papa Francisco con Juan Carlos Cruz, James Hamilton y José Andrés Murillo, víctimas de Karadima, él espera «cambios profundos» en la Iglesia Católica en Chile.
«Eso es lo que todos esperábamos y, hasta el momento, con estos gestos que está teniendo el papa, se compromete cada vez más, porque nadie después de estos gestos quedaría conforme si vuelven los obispos de Roma y sigue todo igual», señaló Berríos.
Además, el secretario general de la Conferencia Episcopal, Fernando Ramos, dijo que se espera «tener un diálogo de discernimiento, reflexión, sobre cómo enfrentar, en conjunto, este tipo de situaciones para que no vuelvan a ocurrir, para que se reparen realmente las heridas que están abiertas y el daño cometido».
«Le va a servir al papa para tener una perspectiva de la realidad y una perspectiva mucho más acabada, un conocimiento mucho más acabado de la situación chilena actual, y esto no sólo va a ser con los abusos de Fernando Karadima, sino que también, probablemente, con lo de los hermanos Maristas y con otros que ya conocemos y que se han dado en el último tiempo en la Iglesia local», comentó.