El periodista vivió una fuerte caída cuando tenía 23 años.
La carrera en televisión de Gonzalo Ramírez partió en el matinal «Buenos Días a Todos» como notero junto a Roberto Bruce.
Sin embargo, desde hace unos años forma parte del área de prensa de TVN, donde ha destacado por su carisma y su cercanía con las personas. Esto ha generado que la carrera del periodista haya ido escalando, llegando ahora a conducir su propio estelar llamado «Llegó tu hora».
Eso sí, últimamente su salud no lo ha acompañado mucho y todo por un accidente que sufrió hace unos años cuando tenía 23 años y tuvo que hacer una nota en paracaídas. «En ese tiempo no había cámaras chicas y ese centro de paracaidismo nos permitía grabar el viaje gracias a unos cascos con cámaras. La nota quedó impactante, el problema fue el aterrizaje”, comentó.
Además agregó: “Yo caí muy mal. Caí de poto literalmente. Iba en tándem, junto a un instructor, pero él era mucho más chico que yo. Aterrizamos horrible. Eso me generó una lesión que en ese momento no fue más que dolor. Tenía 23 años nomás, me chequeé médicamente y no pasó nada en ese momento. Con el tiempo sí ocurrió”.
Por esta situación se le diagnosticó espondilolistesis, en donde una vertebra de la columna se mueve hacia adelante, quedando en una posición incorrecta.
Esta condición le generó un fuerte dolor al periodista: «Te sentabas y al estar así se sentía como si te enterraran un fierro por la espalda. Como si te estuvieran pinchando y no te sueltan, es un dolor bien difícil de describir. Para mí andar en auto era imposible. Por eso mismo anduve en moto por cuatro años, porque en moto uno ubica el peso más en los pedalines y no en la cola”.
Hasta hace un mes atrás el periodista estaba bien, porque en ese tiempo se operó la columna. No obstante, durante una sesión de ejercicios todo cambió, ya que le sobreexigió demasiado a su espalda, lo que generó que volvieran las molestias.
“El dolor era horroroso. Y cuando pasa eso, se puede optar al bloqueo facetario, que consiste en que te ponen anestesia y te inyectan directamente al hueso y en cada articulación una solución que permite aliviar el tema. Es un bombardeo con fármacos y corticoides, que genera una analgesia que dura meses”, finalizó.