La actriz estadounidense tendrá que dejar muchas cosas de lado, luego de su matrimonio con el príncipe Harry.
No todo es un cuento de hadas cuando te casas con un miembro de la familia real. Y es que la actriz de 36 años, tendrá que enfrentarse a la realidad de lo que significa ser parte de una de las familias reales y cambiar Hollywood por el palacio de Kensington.
Esto conlleva algunas actividades que tendrá que dejar de hacer y otras que serán parte de su rutina diaria. Aquí te contamos cuáles son.
Actividades benéficas:
Los miembros de la realeza están considerados como servidores públicos, por lo que las actividades benéficas son su principal prioridad.
Este tipo de trabajo no es ajeno para Markle, ya que ella es embajadora de la ONU a favor de las mujeres y World Vision, cargo al que tendrá que renunciar, para así poder asumir sus funciones oficiales.
Luego de su boda, Meghan Markle será la patrona de la Royal Foundation, la organización benéfica que gestiona su prometido, junto a su hermano. El príncipe William y su esposa Kate Middleton.
Guardar silencio:
Según el protocolo, a partir de ahora Markle tendrá que ser muy prudente con las opiniones que emite, ya que los miembros de la realeza tienen que abstenerse de decir lo que piensan en público.
Además, en el futuro, no podrá apoyar a ningún político, como si lo hizo con Hillary Clinton en 2016.
Añadido a esto, no puede tener redes sociales propias, ya que ninguno de los miembros de la monarquía no tienen presencia en línea. Solo funcionan las redes oficiales de la casa real.