El próximo 19 de mayo se llevará a cabo el matrimonio real entre el príncipe Harry y la actriz estadounidense Meghan Markle.
Ese día, la actriz que dio vida a Rachel Zane en “Suits”, pasará a ser parte de un selecto grupo de estadounidenses que han sido parte de la realeza.
Sin embargo, esta no es la primera vez que una persona proveniente del país norteamericano forma parte de alguna casa real europea.
Uno de los primeros casos tiene que ver con Wallis Simpson, quien era miembro de la alta sociedad de Baltimore, que contrajo matrimonio con el rey británico Eduardo VIII. Eso sí el rey abdicó el 1936 para poder casarse con Simpson.
Para la socialité fue muy difícil adaptarse en Reino Unido, ya que su trato era muy frontal y era muy sincera en sus opiniones, según comenta Anne Seba, escritora del libro: “La vida íntima de Wallis Simpson”.
Otro caso fue el de Grace Kelly, una estrella hollywoodense que se casó con el príncipe Rainiero III de Mónaco en 1956. A ella igual, en un principio, le costó ganarse la simpatía del pueblo, pero al poco tiempo aprendió a hablar francés y se ganó el corazón de sus súbditos.
Según el primo de Markle, John Lehman, Meghan quiere parecerse a la princesa Grace de Mónaco, ya que sus circunstancias son parecidas.