El evento se realizó el pasado lunes.
Por esta razón los duques de Cambridge decidieron impresionar a sus invitados, para así hacer de la celebración un evento memorable. Sin embargo, hubo un detalle que muchos no se explicaron. Y es que los anfitriones sirvieron el pastel de su boda en el bautizo de su tercer hijo.
Lo que causó más extrañeza es que es un pastel que tiene más de siete años, ya que Kate y William se casaron el 29 de abril de 2011.
Eso sí no hay que asustarse, ya que según informó el periódico «Daily Mail», esto es una tradición en la monarquía británica, y no solo se utiliza para los bautizos, sino para cualquier ocasión especial.
La torta posee alcohol en su composición. Por esta razón es factible consumirla, aunque haya pasado un tiempo.
En su oportunidad, el palacio de Kensington informó que el pastel consistía de 17 tortas individuales con frutas diferentes y constaba de ocho pisos. Midió 90 centímetros y pesó 110 kilos. Esta obra culinaria estuvo a cargo de Fiona Cairns.