La artista aficionada tenía un gran parecido con Aretha Franklin, la Reina del Soul, y un timbre de voz similar.
Su parecido físico y su timbre de voz casi idéntico a Aretha Franklin fue lo único que necesitó para engañar a todos. A penas tenía dinero para mantener a sus cuatro hijos por lo que, cuando se dio cuenta de que a menudo la confundían por la calle con la Reina del Soul, Vickie Jones decidió empezar su transformación.
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Se peinaba igual, usaba el mismo estilo de ropa y acudía a los mismos clubs en los que cantaba Aretha haciéndose pasar por ella. Nunca pensó en estafarla. Simplemente, se consideraba una gran admiradora de la artista de Memphis y creyó que eso podría ayudarla en las cuentas de fin de mes.
Hasta ese momento, no iba más allá de un par de actuaciones por mes en pequeños bares. Un día, el cantante y promotor Lavell Hardy se dio cuenta de que quién estaba subida en el escenario no era la verdadera Aretha, y también se percató que nadie más lo notaba.
Fue entonces cuando decidió que le haría la oferta laboral de su vida: hacer de telonera en un concierto de Franklin en Florida. De este modo, la joven, que por entonces tenía 27 años, se daría a conocer y la gente quedaría sorprendida al ver que eran almas gemelas.
Vickie no tardó más de tres segundos en aceptar. No sabía siquiera como pagaría el autobús que la llevaría a Florida, pero no quería dejar pasar la oportunidad. Su salto a la fama estaba a punto de llegar y con él acabarían sus dificultades económicas. El problema surgió cuando, una vez en Florida, le anunciaron un drástico cambio de planes: no haría de telonera, se transformaría en la mismísima Aretha.
La joven no quería arriesgarse a ello, pues sabía que lo que se proponían no era legal, y no tenía dinero para pagarse un abogado si eso ocurría, por lo que declinó la oferta. Una cosa era actuar en un club para unos pocos aficionados y otra llenar un recinto entero. Con lo que no contaba era con que Hardy la amenazaría de muerte si no actuaba, prometiendo que la hundiría tanto a ella como a su familia, según publica La Vanguardia.
Vickie no tuvo más remedio que aceptar y actuó. En sus memorias reconoce que nunca había recibido tantas ovaciones, pero en realidad no eran para ella, sino para la gran Aretha. Pero, como era de esperar, el fraude llegó a los oídos de Franklin y sus abogados la denunciaron.
Cuando llamaron a su puerta y vio por la mirilla a varios policías que le anunciaron que venían a arrestarla no se lo podía creer. Explicó mil y una veces lo que sucedió hasta que, finalmente, comprobaron que el verdadero cerebro y responsable de dicha farsa era Hardy, que acabó enfrentando cargos por publicidad engañosa. Jones fue liberada tras explicar que había sido forzada bajo amenaza de muerte.
El escándalo finalmente hizo popular a Vickie, que aprovechó el impulsó e inició su propia carrera musical. No obstante, en sus actuaciones, la gente le seguía pidiendo temas de Aretha, por lo que acabó por aburrirse y abandonó su sueño, de ser tan grande como la Reina del Soul.
Fotos: Shutterstock/Instagram.