Durante su embarazo, Meghan Markle deberá someterse al protocolo de la realeza británica, que indica que existen cuatro normas que no se pueden romper.
El anuncio de que Meghan Markle está embarazada fue una noticia que llenó portadas en todo el mundo. La llegada de un nuevo miembro a la familia real era algo que muchos estaban esperando desde que la ex actriz y el príncipe Harry contrajeron matrimonio.
Sin embargo, la duquesa de Sussex sabe que al pasar a ser parte de la Corona británica está obligada a someterse a un estricto protocolo y su embarazo no es la excepción.
Según señala Mirror, existen cuatro estrictas reglas que Meghan deberá seguir al pie de la letra.
1. No le pueden hacer un baby shower: según el protocolo, la duquesa de Sussex no puede realizar esta popular celebración, ya que no sería adecuado. «Sería considerado muy poco apropiado. No hay nada que los miembros de la dinastía Windsor no puedan salir y comprar ellos mismos», dice la experta en protocolo Victoria Arbiter.
2. No puede revelar el sexo del bebé: Según las reglas de la corona británica, sólo los padres y la reina Isabel II pueden saber si si va a ser hombre o mujer. Por ello, Meghan deberá mantener bajo cuatro llaves el secreto. Ni siquiera su familia podrá saber el sexo del bebé.
3. Viajar: La esposa del príncipe Harry deberá suspender todo tipo de viaje, ya que según las reglas de la monarquía, esto podría ser perjudicial para la salud del bebé como de la madre.
4. Lugar del nacimiento: Por tradición familiar, todos los niños de la Corona británica han nacido en Palacio de Kensington, por lo que el hijo de Meghan y Harry deberán seguir con ese ritual.
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