Esta mañana en Panorama Imagina, conversamos con Benito Baranda, Presidente ejecutivo de América Solidaria , sobre la denuncia en contra del sacerdote Renato Poblete.
Hace un par de días se conoció una denuncia de abuso sexual, de conciencia y poder en contra del padre Renato Poblete. En ese sentido, Benito explica que a pesar de la cercanía hacia el clérigo no existe una relación de «idolatría».
«Con mi esposa desde muy jóvenes, participando en al iglesia y teniendo claridad de nuestra vocación para trabajar por otros, no tenemos la tendencia a idolatrar personas. Entonces si bien tenemos un afecto no idolatramos», explica.
Sin embargo, asegura que el dolor y pena lo siente por la victima, a pesar de que aun no se conoce su testimonio. «Siento una mezcla de rabia, de indignación y dolor fuerte, al pensar en al persona que le tocó experimentar este tormento», asegura Baranda.
En ese sentido, a pesar del impacto al conocer esta acusación, no le parece una sorpresa. «La sorpresa quizás no es tan grande, porque desde que esto comenzó, al haber escuchado a James Hamilton, yo estoy abierto a que esto pudo ocurrir. Con la extensión del informe informe Scicluna uno dice ‘debe haber mucho, debe haber mucha información‘», asegura.
Crisis en la Iglesia
Por otra parte, pese a lo grave la situación que hace años vive la Iglesia Católica, no cree que este sea un daño irreparable. La razón, es la visita del actual Sumo Pontífice, que a diferencia de la venida del Papa Juan Pablo II, esta vez la institución comenzó a tomar cartas en el asunto.
«La visita del Papa Francisco es recordada como la visita mas importante del siglo. Mucho más importante que la de Juan Pablo II, por el trasfondo que provocó en la iglesia«, asegura.
Y es que, la mayoría de los abusos que se denuncian ocurrían durante la visita del ex Papa y eran tapados por la iglesia chilena. De esta forma, Baranda aclara que «es lejos el mejor momento de la iglesia para profundizar su compromiso con las personas».
Finalmente, asegura que todos estos casos de abuso que se trasparentan, no son culpa de «una sociedad erotizada» como mucho dicen, sino que «el mal surge desde dentro». Así, «este mal surge desde dentro de la iglesia. Por eso, desde dentro hay que tomar conciencia del daño provocado para poder repararlo»
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