Lindsey Preiss, originaria de Georgia, Estados Unidos, dice ser la «peor madre del mundo», luego que vendiera una taza de su hijo en la que había, sin saberlo, 6.500 dólares.
Devon, de 27 años, había vendido su auto y no tuvo mejor idea que guardar el dinero en una taza para después ir a depositarlo al banco. Sin embargo, al visitar la casa de sus padres no encontró la mencionada taza. Al consultarle a su madre supo de la triste verdad.
Inmediatamente fueron a la tienda de segunda mano donde Lindsey había vendido la taza. Al revisar las cámaras de seguridad se percataron de que los empleados nunca supieron del contenido y le vendieron la taza a un cliente. Lamentablemente no pudieron dar con la persona que la había comprado.
«Realmente me siento terrible», dijo la mujer y reconoció sentirse «la peor mamá en el mundo» por lo que había hecho.
La mujer ha intentado dar con la persona a través de un aviso en su cuenta de Facebook, sin embargo, aún no da señales de vida. «Estaríamos muy, muy agradecidos si lo devolviera. Solo le estoy pidiendo por favor que tenga piedad, haga lo correcto y lo devuelva», dice.