El sábado de la semana pasada, se dio a conocer la renuncia del cardenal Ricardo Ezzati, y con ella las cartas que recibió del Papa Francisco y de la Nunciatura Apostólica.
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Cuando el cardenal Ezzati hizo pública su renuncia del Arzobispado de Santiago, mostró además los correos electrónicos que le mandaron el Papa y la Nunciatura Apostólica
En las cartas, le advertían con días de anticipación cuándo iba a ser su renuncia exactamente.
El martes pasado, en la carta que recibió del Papa Francisco le aseguraba “durante este tiempo, más que nunca, estoy cerca de ti porque sé cuán grande es tu sufrimiento”.
«Estoy cercano a la decisión de quien te suple» continuaba el Papa Francisco.
«Gracias por mantenerte en este tiempo de desolación esperando el relevo», seguía. «Por favor, no dejes de rezar por mí», finalizaba la carta que el Papa Francisco le envió a Ezzati.
Dos días después, desde la Nunciatura Apostólica le confirmaban que «el Santo Padre ha aceptado su renuncia al gobierno pastoral de la Arquidiócesis de Santiago de Chile” a través de un correo electrónico.
Además, en la carta le adelantaban que “la publicación de la aceptación de su renuncia y del nombramiento del Administrador Apostólico se hará el día sábado 23 de marzo del 2019”, al mediodía de Roma (8 horas en Chile), así advirtiéndole de la renuncia.
“Le ruego guardar el embargo de las mencionadas noticias hasta el día y la hora indicados”, concluye la carta: