El cardenal está siendo investigado por el encubrimiento de cuatro casos de presuntos abusos sexuales cometidos dentro de la iglesia católica.
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Después de haber sido aceptada su renuncia por el Papa Francisco, el cardenal se encuentra siendo investigado por la fiscalía por la conducta de «protección» a quienes, dentro de la iglesia católica, presuntamente han cometido abusos sexuales.
El arzobispo emérito es indagado por el caso de Tito Rivera, del excanciller del arzobispado Óscar Muñoz, del sacerdote Jorge Laplagne y una eventual arista del caso Karadima.
Los cuatro casos:
En el caso de Tito Rivera, quien está siendo investigado por abuso sexual en la Catedral Metropolitana, a Ezzati se le acusa de «haber tenido conocimiento de los hechos ocurridos en 2015″ en la Catedral.
En una demanda indemnizatoria por $350 millones, el demandante dice que Ezzati “le dijo que oraran por el cura” y le habría dado $30 mil.
Respecto al caso de Óscar Muñoz, al cardenal se le acusa de haber tenido conocimiento de que Muñoz estaba siendo investigado por abuso sexual y estupro, y de mandarlo a «asesorarse» en vez de iniciar un proceso investigatorio.
Después, en el caso de Jorge Laplagne, Ezzati le avisó que le estaban investigando, según reconoció a la fiscalía:
“En 2011 me llamó Ezzati, el 8 de marzo. Me contó de la denuncia, así me enteré» afirmó Laplagne.
«Como estaba nombrado párroco para la parroquia Cristo Resucitado, me dijo que eso seguiría así y que (Raúl) Hasbún me tomaría la declaración. Él no se reunió conmigo hasta 2015, para darme avances”, dijo.
“Ezzati sacó una carpeta, la abrió y me dijo que llegó al Arzobispado una denuncia por abuso sexual. Me fue leyendo algunas cosas (…) que yo habría abusado de él, pero el cardenal no me describió los abusos. El denunciante pedía que no me enviaran a ninguna parroquia donde hubiera jóvenes” comentó.
«Creo que por el 2015 o 2016 me dijo que no me preocupara más» siguió Laplagne en su declaración, «porque la indagación se encontraba cerrada, que los hechos se habían considerado inverosímiles”.
Ahora, sobre el caso Karadima, la fiscalía tiene indagaciones en curso que se mantienen privadas.