Según el estudio, estas actividades son «ejercicios de baja intensidad» que ayudan al rejuvenecimiento de nuestro cerebro.
Desde la Universidad de Boston revelan que los trabajos domésticos, a pesar de tener un leve desgaste físico, se hacen «en piloto automático» y no se siente el ejercicio. Dentro de estos se considera planchar, cocinar, lavar los platos, limpiar la casa, etcétera.
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La Doctora Nicole Spartarno, del grupo de investigadores, afirma que los resultados del estudio «no descartan que la actividad física moderada o vigorosa sea importante para un envejecimiento sano». Detalla que sólo están «añadiendo nueva información a la ciencia, sugiriendo que la actividad física de baja intensidad también puede ser importante, especialmente para el cerebro».
A pesar de que estas actividades no se consideran como ejercicios intensos, sí son relevantes para el rejuvenecimiento del cerebro, uno de los órganos más importantes del cuerpo.
Investigaron los cerebros de 2.352 adultos, entre las edades de 20 y 40 años. Según los resultados, «cada hora extra de actividad física por día correspondía a un 0,22% más de volumen cerebral, equiparable a un año menos de envejecimiento cerebral«.
Además de esto, afirma que «los que daban al menos 10 mil pasos por día, tenían un 0,35% más de volumen cerebral que los que daban, en promedio, menos de 5 mil pasos por día: cifra equiparable a 1,75 años menos de envejecimiento cerebral«.