Las personas mayores que consumen al menos 300 gramos de champiñones a la semana pueden reducir el riesgo de deterioro cognitivo a la mitad.
Los champiñones son un alimento que puede mejorar considerablemente la vida de las personas mayores. Y es que su consumo cuida el cerebro y puede incluso evitar la demencia senil.
Investigadores del Departamento de Medicina Fisológica y del Departamento de Bioquímica de la Yong Loo Lin School of Medicine de la Universidad Nacional de Singapur, aseguran que las personas de edad avanzada que comen dos porciones estándar de champiñones a la semana reducen su riesgo de deterioro cognitivo leve (MCI) hasta la mitad.
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Como porciones estándar se consideran tres cuartos de una taza de champiñones cocinados, o para el caso, a unos 150 gramos. Las dos porciones equivaldrían a la mitad de un plato o una guarnición de primer plato.
Afirman que incluso una porción semanal menor ya demostraría eficacia a la hora de conservar la capacidad cognitiva en la tercera edad.
«Esta correlación sorprende y anima. Parece ser que un ingrediente accesible tiene un efecto dramático a la hora de frenar el declive cognitivo«, asegura el profesor asociado Lei Feng, investigador principal de este trabajo. El estudio se desarrolló entre 2011 y 2017 contando con más de 600 pacientes chinos mayores de 60 años.
El MCI se define como el paso intermedio entre el declive natural ligado a la edad y el deterioro más severo que conduce a la demencia senil. Se manifiesta en forma de pérdida de memoria o dificultad para formar recuerdos, así como en déficit de las capacidades linguísticas, visuoespaciales y para mantener la atención. Pueden ser síntomas sutiles, mucho menos serios que los ligados por ejemplo al alzhéimer, recoge El Español.
Parte de la prueba con los champiñones incluyó entrevistas en profundidad con los sujetos del estudio.
Se recogen información demográfica, historial médico, factores psicológicos y hábitos dietarios. Igualmente, se tomaron medidas de tensión arterial, peso, altura, fuerza de agarre y velocidad al paso. Finalmente, pasaron por una prueba para medir niveles de cognición, depresión y ansiedad. Al final de todo esto, tuvo lugar el test neuropsicológico que se alargó dos horas y arrojó una puntuación de demencia.
Los adultos que tuvieron mejores resultados fueron los que tenían los champiñones en su dieta. «Se trata de un antioxidante único y antiinflamatorio que los humanos no pueden sintetizar por sí solos, pero que puede obtenerse por vía dietaria y del cual los champiñones son la principal fuente», explica el Dr. Irwin Cheah, bioquímico jefe.
Otros compuestos de este alimento pueden ser ventajosos a la hora de conservar las capacidades mentales, indican: hericenonas y erinacinas, por ejemplo, pueden estimular la síntesis de factores para la regeneración de nervios. Y componentes bioactivos del champiñón pueden proteger el cerebro de la neurodegeneración al inhibir la producción de sustancias nocivas, como la beta-amiloide.
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