A casi un año de que la Organización Mundial de la Salud informara sobre el primer caso de contagio de Covid-19 fuera de China, se pueden hacer algunos balances al respecto.
Si bien hoy seguimos en pandemia y la enfermedad ha dejado más de 1,86 millones de fallecidos, entre otras duras consecuencias sociales y económicas, también hemos conocido historias de recuperación que dan esperanza.
Tal es el Lisa Martin, mujer que fue hospitalizada en septiembre en el Hospital Memorial Santilla Heath, en Georgia, EE.UU.
La mujer de 49 años llegó al centro de salud a causa del virus y al poco tiempo comenzó a empeorar, a tal punto, que sufrió un derrame cerebral. Ante esta situación, el personal médico decidió inducirla a un coma.
Tras un mes sin mejoras aparentes, los profesionales pidieron permiso a la familia para desconectarla del ventilador, pero ocurrió un milagro. En vísperas de Año Nuevo, Lisa manifestó signos de vida, siendo entonces catalogada como «la paciente milagrosa».
“Se abrió paso por los sedantes, empezó a buscar a su esposo con la mirada y movió su mano”, señalaron desde el hospital en un comunicado en redes sociales.
A #COVID19 miracle: Lisa Martin, a 49-year-old woman from Blackshear, Ga. left rehab today after battling #coronavirus for 95 DAYS! Doctors placed her in a medically-induced coma and on a ventilator. She had to learn how to walk again. Hear her amazing story tonight on @FCN2go. pic.twitter.com/pc5AUUArsL
— Dawn White (@DawnWhiteNews) December 31, 2020
La rehabilitación de Lisa Martin
Luego de este maravilloso momento, la mujer debió pasar por otros dos hospitales y hoy se encuentra en un centro de rehabilitación. Y es que Lisa tendrá que aprender a caminar, hablar, tragar y comer nuevamente, además de usar oxígeno 24/7.
En ese sentido, uno de los más impactados con todo lo que atravesó la mujer fue su marido, Jeff Martin. Este reconoció a «People» que antes de esta situación no se tomaba en serio el coronavirus.
“Vi morir a cuatro personas mientras Lisa luchaba”, señaló, afirmando que espera que la historia de su esposa motive a otros a tomar conciencia.
“Son cosas simples: cúbrase la cara, mantenga su espacio y lávese las manos. Es algo tan simple, pero por alguna razón no podemos internalizarlo”, sentenció.